Santiago bella parroquia localizada al noroccidente de la ciudad de Loja, fue fundada al inicio del siglo XVI por los españoles bajo la majestuosa Santa Bárbara y el nudo de Guagrahuma, a 2.450 metros de altitud. Grande como sus montañas, hermosa como sus campiñas, sus mujeres y sus flores, clara visión y de espíritu tranquilo, pero altivo, inclinados al trabajo, a la música y a la medicina.
Recorriendo su gloriosa historia, conocemos que fue parroquia eclesiástica desde el año 1852, siendo su primer Párroco el Rvdo. Manuel Palacios, cuando era Obispo el Ilustrísimo Dr. José María Plaza oriundo de Cuenca, es reconocida como Parroquia Civil desde 1.909. La construcción del actual Templo la inició el entusiasta sacerdote Francisco Riofrío acompañado del dinámico síndico Señor José Miguel Ordóñez Silva en el año de 1890, terminando luego de muchas dificultades en 1914 con el Padre Ricardo Ruiz, y como síndico José María Tacuri y de tesorero el Sr. Manuel Trinidad Orellana.
Durante el siglo anterior Santiago soportó momentos difíciles por el destino de los hermanos Palacios, terratenientes de ideas coloniales que transformaron a Santiago en una gran Hacienda “San Francisco”, empeorándose por el desleal e ingrato apoyo de autoridades, Teniente Político y de un párroco de apellido García, el mismo que provocó la reacción de sus habitantes, organizándose en la casa de Ricardo Villamagua para pedir inmediata expropiación de la Hacienda San Francisco. Es digno de destacar la voz imperiosa y viril de Amadeo Aguirre que lideró la organización y la lucha, hombre creyente en Dios, brillante por sus ideales, apasionado por la justicia, poeta y romántico, escaló las cimas de la más alta grandeza que solicitando la ayuda divina de Jesús sacramentado y en común de esa intelectualidad pujante, rebelde y soñadora se resuelve crear la fiesta del 30 de Enero que hasta hoy la celebramos, consiguiendo la expropiación de la Hacienda San Francisco con el decreto Nº 366 del 16 de julio de 1934 y con ella la liberación del pueblo.
Esta parroquia rodeada de colinas, las mismas que se sitúan geográfica e hidrográficamente en los occidentes físicos o hídricos que dan origen al paisaje occidental de la Provincia de Loja. Así mismo se pueden apreciar terrazas arqueológicas de utilidad agrícola, durante la invasión incásica y que venían desde el Cuzco.
La arquitectura que se puede apreciar en Centro de esta Parroquia es muy ancestral de estilo tradicional republicano, su gente usa una vestimenta propia de la Sierra. Ubicada al extremo norte de la Hoya de Loja. El Bosque de Sayo declarado como bosque protector tiene una superficie de 120.22 hectáreas, de lo cual es bosque natural 87.89 hectáreas, matorral medio 24.78 hectáreas, y pastizal 7.72 hectáreas. Asociadas a este bosque se encuentran pequeñas vertientes en gran número que forman la quebrada principal llamada Sayo y a 5 minutos desde la carretera existen las aguas sulfurosas que siguen su cauce a esta quebrada.
Otra síntesis histórica de la parroquia Santiago
«Santiago de Ambocas» estaba fundado a distancia de cuatro leguas del sitio Gonzavalle, teniendo hacia esa parte y por los otros lados muchas tierras muy fértiles y buenas para la labor de sus chacras y sementeras y para sus ganados. Por ser tantas las tierras y los indios apenas en número de treinta, tenían la mayor parte de ellas baldías y yermas, sin cultivarlas ni aprovecharse de ellas, no necesitando así otras tierras.
El pueblo de Santiago se fundó desde que se hizo la fundación de Loja en el sitio y lugar donde se encuentra y nunca se ha mudado de allí, teniendo más de cuatro leguas en contorno. La tierra que poseían los indígenas era fría, muy sana y con mucha comodidad de aguas, montes y aires muy saludables.”
En la época colonial, Santiago, junto con los pueblos de El Cisne, Chuquiribamba, San Pedro y San Lucas, formaba parte de la provincia de Ambocas y constituía una encomienda. El primer encomendero fue don Pedro de Lezcano. Aproximadamente en 1565, la encomienda de Ambocas fue adjudicada a la señora Felipa Arias Castillo.
Según el censo de población realizado en 1778 por Pedro Xavier de Valdivieso y Torres da a conocer un total de 227 habitantes, distribuidos de la siguiente manera: 128 hombres y 99 mujeres.